05/04/2025 La situación política de Martín Vizcarra ha tomado un giro complejo, y es que, luego de haber sido inhabilitado por tercera vez, se ve enfrentando no solo a sus detractores dentro del Congreso, sino a los intereses de poderosos grupos económicos y políticos. Sin duda, este escenario responde a una estrategia deliberada de sacar de la carrera política al candidato que más respaldo popular tiene en la actualidad.
Los sectores fujimoristas y la bancada de APP han sido claves en esta maniobra, buscando deslegitimar a Vizcarra, un líder que ha demostrado ser capaz de conectar con las verdaderas fuerzas sociales del país. Durante su visita a diferentes regiones, especialmente en la Selva Central, el respaldo que recibió fue claro: la presencia de la población local fue un contundente apoyo a su figura. La gente ve en él a alguien que realmente puede representar sus intereses y no ser un títere de los intereses ocultos de ciertos grupos de poder.
La inhabilitación que sufrió el ex presidente el pasado 12 de marzo, como parte de una maniobra política, ha sido calificada por muchos como una “inhabilitación abusiva”. Fue el Congreso quien, a través de la Comisión Permanente, determinó sancionarlo por su comportamiento durante el cierre del Congreso de la República en 2019. Sin embargo, Vizcarra no se quedará quieto. Asegura que llevará su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para revertir esta decisión que considera injusta y totalmente politizada.
El pueblo de la Selva Central y otras regiones sigue firme en su apoyo a Martín Vizcarra. Estos movimientos no solo buscan erradicar la figura de un líder que está dispuesto a luchar contra el sistema de poder establecido, sino también frenar cualquier intento de devolver el país a una política basada en intereses partidarios y empresariales, sin consideración por las necesidades del pueblo.
La lucha de Martín Vizcarra no solo es contra su inhabilitación, sino contra un sistema que parece temer el despertar de una verdadera representación popular.