Por: Lic. Juan Torres
Mientras un gran sector de trabajadores obreros y administrativo de municipalidades en la actualidad tienen sueldos mensuales irrisorios de s/. 1300 a 1500 soles (Vean procesos de contratación en curso), con ocho horas de trabajo diario a más, de lunes a viernes o hasta los sábados, trabajos extenuantes.
De otro lado tenemos las dietas aprobadas de manera descomunal por concejos municipales del presente año (claro que tiene sustento legal, sí), cuyos montos superan los s/. 3500 mensuales tan solo por asistir dos sesiones de concejo o en el mejor de los casos hasta cuatro sesiones y algunas extraordinarias, cuya duración promedio es de cinco horas por sesión, dietas que distan de los trabajadores que si se sacrifican para brindar un buen servicio a la colectividad.
Si bien la norma establece un monto máximo para las dietas, porque dice «hasta» el 30% de la remuneración del alcalde, pero no hay un mínimo; entonces lo sensato debe ser que las dietas tengan consonancia o equilibrio con las remuneraciones de los trabajadores.
El pueblo nos elige para practicar la justicia en favor de todos y no aprovecharse del cargo.
Ostentar los cargos de gobernador, alcalde, regidores, consejeros, etc., es un servicio a la comunidad que incluso debe ser ad honorem, ser servidor es una responsabilidad y no un privilegio.
En todo caso, para ser justos, los concejos de los gobiernos locales y regionales busquen la manera de que todos los obreros y administrativos de gobiernos locales y regionales tengan sueldos desde el monto fijado para ellos hacia adelante.
Un poco de sensibilidad social no nos caería nada mal.